Ricardo Hernández: “Guaco cambió todo ya no hay ni gaitas ni tamboreras”

Por: José Rafael Rivero

Semblanza

 

“El poder del periodista no está

basado en el derecho a preguntar,

sino en el derecho a exigir respuestas».

Milan Kundera

 

El venezolano Arturo Uslar Pietri, considerado uno de los intelectuales más importantes del siglo XX decía que: “El pasado está vivo en medio de nosotros, nosotros todos somos los hijos y los herederos del pasado, desde el más inmediato hasta el más remoto…” Tamaña frase para revelar lo importante que es conocer la historia para las sociedades. En Venezuela, el Caribe y a escala planetaria existe un sonido histórico que se fraguó en la genialidad de un personaje zuliano. 

Él ha sido nominado como creador del ritmo que catapultó a la fama a la agrupación Guaco. Él es percusionista, cantante, compositor, trovador, poeta, que desbordó su talento en aquel centro de producción musical, que dio sus primeros pasos con estudiantes del Liceo Udón Pérez, como el Conjunto Estudiantil Los Guacos del Zulia.

Sus creaciones han sido consumadas y consumidas por agrupaciones como: Los Melódicos y El Súper Combo los Tropicales. El talento del cantante puertorriqueño Cheo Feliciano fue seducido por su “Noche Sensacional”. Movidita, Guaco y tambora, El billetero, Cepillao, Un cigarrito y un café y Sentimiento nacional, son algunos de los éxitos de su ingenioso repertorio.

Aludimos a RICARDO ENRIQUE HERNÁNDEZ SÁNCHEZ, Maracaibo, 2 de noviembre de 1950. EL SABOR DEL MAESTRO, RICARDO “GUACO” HERNÁNDEZ, de diversas maneras se le ha nombrado, pero siempre asociado con esa combinación de gaita y tamborera que produjo la vía hacia el umbral de la gloria.

El talento fecundo de Ricardo Hernández, se mantiene en plena vigencia, luego de su salida de Guaco, agrupación en la que estuvo por más de 15 años. El sabor del maestro, Rococó y Sentimiento Nacional han sido sus proyectos posteriores, con los que ha logrado cautivar y satisfacer al público que en advenimiento sigue su trabajo.

 

JRR: Maestro, ¿Eres el creador del ritmo guaco?

RH: Los guacos era una agrupación gaitera de segunda… nunca llegó a estar a la par de agrupaciones como Cardenales del Éxito, Rincón Morales, Estrellas del Zulia, Saladillo, grupos que eran muy buenos. Pero en el año 1969 su fundador Mario Viloria, creador de gaitas como: Decreto Papal y Piedad, que por cierto también fue ganador del Festival de Compositores del Zulia con el tema Nocturnal Marabino, ese año en 1969 entramos a la agrupación jóvenes queriendo hacer cosas diferentes. Entró Nerio Franco, a componer y dirigir y no ocurría nada. Hicimos hasta gaitas instrumentales como Paseo Ciencias de José Baptista; quien fue el que diseñó el tridente que identifica a Guaco. Luego de eso tampoco pasaba nada hasta que una vez se dio la oportunidad de que entraran a la agrupación Ricardo Portillo y Simón García y ahí sí.

JRR: ¿Ocurrió lo esperado?

RH: Ahí sí nos desatamos con María la Bollera, en esa época yo ya no tocaba charrasca, tocaba las congas. Empecé a componer temas como Guaco y Tambora porque en ese tiempo Gran Coquivacoa, había tenido éxito con la tamborera que fue un ritmo creado por Nelson Martínez y nadie podía con eso. En el año 1973 hago Guaco y tambora y comencé a hacer gaitas con tamborera, hice Mi gaita tiene montuno, por ejemplo, y por ahí empezaron los tiros. Pero encima de mí estaban Ricardo Portillo y Simón García. Luego hice Qué barbaridad y Argenis Carruyo grabó Qué nadie se mueva. Y luego entró a dirigir José Luis García, y en la guitarra Salvador Baglieri. Aún en esos momentos seguía Simón García y yo componiendo gaita con tamborera y entonces llegó La clave. Recuerdo que en el año 1979 metimos el saxo y batería y en ese momento todavía no vendía nada.

JRR: No fue nada fácil entonces

RH: Luego hice Noche Sensacional con José Luis Suárez, la cantó Gustavo Aguado, pero el éxito de ese momento era Venite pa’ Maracaibo de Ricardo Portillo.

JRR: ¿Y Cuándo ocurre el éxito?

RH: El repique de su celular nos arrebata el diálogo y me dice: “Disculpa un momento esta es una llamada de Miami…” al rato termina y me dice ¿dónde quedamos?

JRR: Hablábamos del inicio del éxito

RH: Ok. en 1980 luego de grabar el disco por desacuerdos internos se van todos de la agrupación. Ricardo Portillo, Simón, Carlitos Sánchez, José Luis García, Salvador Baglieri y Gustavo decidió volver a grabar todo. Y en ese momento metimos a Sundín Galué, Romer Quintero, Alejandro Ávila, Federico Pineda en la batería y empecé a hacer arreglos con Romer Quintero, Alejandro Ávila y Frank Velásquez. Compuse Movidita, Maracucha, Disco Guaco, María; en ese momento empezó la venta de los discos a aumentar, con las voces también de Amilcar Boscán y Gustavo. Por cierto, Amilcar entró en el año 1979, cantó Homenaje a Aniceto Rondón.

JRR: ¿Comenzaba a verse una luz en el camino?

RH: Sí claro. En el año 1981 inicié mi trabajo con los personajes. Compuse El billetero. Vi a un billetero muy famoso que le decían “batacazo”, siempre andaba con un flux negro, y decía: “para hoy, para hoy…” todos decían lo mismo, pero él llamaba la atención por su forma de vestir. Ese mismo año se introducen los violines al grupo. Después vino El Pastelero en el 82, Para ella, Madre; volvimos a grabar Guaco y tambora cantando yo; porque primero la había grabado Leopoldo Blanco. En el año 1983 le metimos los metales con El cepilla’o y en el año 1984, ocurrió que Un cigarrito y un café vendió 135.000 copias en cuatro meses. Fue disco de platino para Sonográfica.

JRR: ¿Qué figuras internacionales grabaron tus composiciones? 

RH: Cheo Feliciano en 1982 grabó “Noche sensacional”, en Paraguay grabaron “Un cigarrito y un café”, en Guatemala “Sentimiento Nacional” y en Colombia “Mi tamborera”.

JRR: ¿Cómo ves ahora a la Súper Banda de Venezuela Guaco, porque en su momento le aportaste tu talento y tenía un sonido, ahora hay otros talentos que hacen lo que les corresponde y han hecho evolucionar la agrupación?

RH: Una cosa es evolucionar y otra cosa es cambiar por cambiar. Guaco cambió todo ya no suena igual. Ya no hay gaitas ni tamboreras. Todo cambió, se fueron para el pop. Están haciendo cosas “fresitas”, de amor combinadas con pop, balada. Le ponen algo de timba cubana y de reggae. Eso tratan de hacer.

JRR: ¿Es positivo o negativo?

RH: Es positivo porque suenan… pero el sonido original ya no está. Nosotros trabajábamos con géneros de aquí. Ellos ahora trabajan con géneros internacionales.

JRR: ¿Qué te llevó a tomar la decisión de dejar Guaco?

RH: Salí por problemas conceptuales. Y yo quería hacer mi propia agrupación y dirigir y hacer mis canciones. En el año 1986 hice un disco que se tituló “El sabor del maestro…” cantando yo como solista.

La banda Sentimiento Nacional de Ricardo Hernández

JRR: ¿El sabor del maestro? Algo egocéntrico ese título…

RH: Bueno ese nombre se lo puso Luis Francisco Mendoza del sello Korta Records. Recuerdo que cuando llegábamos a Caracas, el productor ejecutivo Orlando Montiel, ponía mis temas de primero, y él me sugería que me pusiera Ricardo “Guaco” Hernández. Yo nunca quise. El negro Mendoza me sugirió que le pusiera así “El sabor del maestro”, referido al ritmo Guaco.

JRR: ¿Qué puedes decirnos de Rococó?

RH: Lo hice con ex-integrantes de Guaco. Yo estudiaba música en la Universidad Católica Cecilio Acosta (Unica), y en historia de la música se ve el movimiento Rococó nacido en Francia. Con Rococó hice El Gordito. Obtuvimos un Premio Ronda.

JRR: ¿Y cómo ha sido el camino con Sentimiento Nacional?

RH: Cuando llegué de Miami, vi que estaban Amilcar Boscán, Daniel Somaroó, Sundín Galué, Frank Velásquez, todos ex-Guacos, Fernando Valladares, Alejandro Ávila, José Lorenzo “Pachín” y decidimos hacer una banda y retomar el sonido original. Rescatarlo. Grabamos una producción con 13 temas inéditos compuestos por mí, Daniel Somaroó y Amilcar.

JRR: ¿Cómo sentiste la receptividad?

RH: ¡Buenísima! Debutamos el 18 de noviembre de 2005 en el Culb Náutico; el lugar estaba lleno. Y sentí hasta el día de hoy la acogida del público. Tocamos mucho para esa generación. Que eran niños, jóvenes y ahora son padres. Crecieron escuchando el sonido original de Guaco con. Les encanta ese sonido que el Guaco de hoy no suele tocar. 

 

Ricardo Hernández, hace vida musical en Caracas. Actualmente, los embates de una Maracaibo en ruinas lo empujaron a buscar una realidad mejor. Sus éxitos, siguen siendo la banda sonora de quienes aman ese sonido nacido en Maracaibo, Guaco, pero el que lleva la impronta de «El sabor del maestro».

Frases lapidarias de RICARDO HERNÁNDEZ:

“Los guacos era una agrupación gaitera de segunda… nunca llegó a estar a la par de agrupaciones como Cardenales del Éxito, Rincón Morales…”

“En el año 1984, ocurrió que Un cigarrito y un café vendió 135.000 copias en cuatro meses. Fue disco de platino para Sonográfica…”

“Cheo Feliciano en 1982 grabó “Noche sensacional…””

 

Twitter: @JoseRRiveroVZLA

 

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