Tiene más de 40 años intentando enseñar a través de los medios, primero la radio, luego la prensa y ahora la televisión.
La apuesta es por el ciudadano-participante, que cuida su ambiente, lidera su comunidad, rehúye el extremismo y asume la tolerancia para coexistir.
«Hay que relanzar la lectura desde la casa y el kindergarten. Cuando yo era niño había festivales de poesía, ahora la poesía parece estar proscrita», señala.
Ramón Alberto Escalante, conductor del Programa Redimensión que se transmite en varias televisoras del Zulia y a nivel nacional por ATEL TV, apostó en 2001 a un esquema original para su proyecto comunicacional: puso un mapa mundi a la espalda, se paró frente a un púlpito (el mismo que usan en las Iglesias) y sin leer el telepromter dicta clases de historia, sociología, derecho en el estrecho formato de un programa de opinión, sin entrevistados, sin llamadas al aire, sólo él con su portentosa oratoria abordando con sentido pedagógico el tema de cada día.
JRR: ¿No es la suya como una vuelta al pasado profesor? Digo al modelo comunicacional de los años setenta, ahora todos los espacios incluyen encuestas, opiniones del público, mensajes de textos y Redimensión es sólo usted frente al televidente.
RAE: José Rafael, la Educación en Valores, el proyecto central de Redimensión es el gran reto a futuro de la comunicación de masas, se trata de salir del molde clásico, entretener e informar para una meta más completa e impostergable: formar conciencia, construir ciudadanía, fomentar el compromiso individual por la conservación del medio ambiente, de la identidad histórica, de la competitividad y la misma democracia como sistemas de vida. Por eso Redimensión, como El Mundo es Nuestro, mejor dicho, todos mis espacios, se los he dedicado a identificar biografías de gente famosa o poco conocida, episodios y procesos históricos, que tengan una lección concreta, una parábola para el televidente.
JRR: Háblenos de esos otros ensayos, digo, los dedicados a la Enseñanza de Valores
RAE: En más de 40 años de actividad comunicacional, docente y política no he hecho otra cosa que enseñar, incluso cuando era un adolescente y yo mismo estaba en proceso de formación. Mi primer artículo fue publicado en Luminar Bautista en 1977, yo tenía 14 años. De allí empecé en Panorama, Critica, El Vespertino, después El Mundo, El Globo y otros periódicos de Caracas. ¿Y sabes qué? Desde el primer artículo hasta el último todos han sido sobre lo mismo, historia para entender el presente, historia para formar ciudadanía. Luego hice radio por muchos años, también en el mismo esquema y cuando por fin me dieron una oportunidad en televisión, pues no podía hacer otra cosa que enseñar.
JRR: Y los libros… ¿cuál es la temática predominante ? Se lo digo porque en una librería jurídica de Caracas me sorprendió encontrar un texto suyo sobre la Defensa Penal de los incapacitados
RAE: Todos los libros, los publicados y los que tengo inéditos son sobre temas históricos y sociológicos. Mis cuentos que ganaron certámenes de literatura, luego En La Frontera, una novela sobre el conflicto social entre Venezuela y Colombia, La biografía novelada de Eustoquio Gómez, el ensayo sobre Gallegos, todo viene resultando sobre el mismo tema. Ese libro de derecho salió fortuitamente pues debía escribir una tesis para graduarme de Abogado y resultó el libro que ya lleva dos ediciones y también intenta crear conciencia sobre el reto familiar y social en torno a los enfermos mentales.
JRR: ¿Qué está escribiendo ahora?
RAE: En verdad, el ritmo de la televisión ha sido abrumador. Llegué a tener dos programas diarios en diferentes canales, al mediodía en NCTV y por las noches en Telecolor. Y como cada programa amerita leer mucho, aprenderme la lección, pues los libros están en modo pausado. Cuando me llegó como sobrevenida la oportunidad de la televisión tenía tres libros ya terminados, una biografía de Eduardo Chibás y dos novelas, pero no he tenido tiempo ni siquiera para revisarlas.
JRR: Cómo es eso de que le llegó sobrevenida la oportunidad de la televisión
RAE: A mí me entrevistaban desde hacía muchos años como analista internacional, y yo tenía la inquietud que podía hacer televisión pues de hecho era locutor de radio. Pero nunca hice un proyecto, ni piloto ni promo. El 11 de septiembre de 2001, caídas las Torres Gemelas me hicieron entrevistas en casi todos los canales de aquí, y el Director de Globovisión-Zulia, Elvis Portillo, me ofreció esa misma noche un espacio fijo en su noticiero. De allí no hemos parado.
JRR: Volviendo al tema de los Valores en la Televisión, profesor, yo que comparto tantas de sus inquietudes humanistas, que incluso asistí a varias de sus charlas cuando incursionaba en política, le digo que es admirable producir, financiar y mantener un espacio que en el molde clásico de la publicidad resulta poco atractivo
RAE: Quisiera aclararte lo de la política, yo me involucré en política antes de los veinte años. Conservo las declaraciones y artículos de mis pininos, todas apostando que la campaña fuera educativa, que no perdiéramos el tiempo en mítines y marchas sino en foros y discusiones de altura. Eso no era digerible al oído del político tradicional. Muchos años después, cuando me lancé de candidato al Congreso, esa fue la plataforma, enseñar no politiquear, proponer y formar, no hacer simple proselitismo. Los números no me favorecieron pero si me tocara hacerlo otra vez, lo intentaría feliz de la vida.
En cuanto a la rentabilidad de estos programas, se dio el milagro que la gente sigue a Redimensión, tiene un alto posicionamiento en sus horarios, y la inserción de cuñas durante el espacio nos ha mantenido a flote.
JRR: Doctor Escalante, le reconozco la visión de futuro en ese enfoque pionero pero a ratos también es la versión zuliana del Quijote…
RAE: Formar conciencia, construir ciudadanía, promover valores supone un trabajo largo y progresivo. En 1998, cuando tuve mi mejor tribuna al ganar el Premio de Periodismo del Senado, mi discurso y mis declaraciones se las dediqué al tema de la pérdida de gobernabilidad, la crisis del sistema por el problema humano. Entonces decía que estábamos bebiendo mucho licor y apostando demasiado en los juegos, que eso era terrible. Algún día publicaré la colección de artículos y los del año 1998, que ya se veía venir el derrumbe de la democracia, los dedicaba al problema humano, la ludopatía, la falta de conciencia, la función parental de educar, las incomprendidas lecciones de la historia.
JRR: 40 años después, dígame su percepción idónea, su arquetipo del ciudadano venezolano al cual usted ha querido formar
RAE: Desde la casa y en el kindergarten, hay que relanzar la lectura. Cuando yo era niño había festivales de poesía, declamaban en radio y televisión, ahora la poesía parece estar proscrita. Venezuela fue disminuyendo su índice promedio de lectoría generación tras generación y he aquí las consecuencias. Si leen y ven documentales históricos, películas de contenido, aumentarán su perspectiva sobre el mundo contemporáneo. Por esa vía se promueve al ciudadano-participante, que cuida su ambiente, lidera su comunidad, rehúye el extremismo y asume la tolerancia como la clave para coexistir…
JRR: Tolerancia es una palabra tabú en la política venezolana
RAE: Sí, hemos vivido ahora otra etapa más de confrontación total, pero no es la primera, así pasó con la República Conservadora y la Guerra Federal, después en el fin de siglo y la caída del Liberalismo Amarillo, después en los terribles años cuarenta y otra vez en los sesenta cuando la Guerra Fría. Al final todos lo lamentaron y el establecimiento tuvo que crear las bases de una convivencia democrática. Tengo muchos años alertando al Chavismo de que el canibalismo se devuelve contra ellos, y a la oposición para que abran las compuertas, desechen la tentación de cobrar facturas e incorporen a ese tinglado de antiguos chavistas, también a los independientes y neutrales.
JRR: Profesor, hay la idea que las redes terminarán sepultando a los medios tradicionales ¿se está preparando usted para ese cambio histórico?
RAE: La radio no sepultó a la prensa escrita, tampoco la televisión sepultó a la radio. Todavía se imprimen periódicos y revistas y la radio sigue siendo tremendamente popular. Las redes son otra categoría, y bueno, también habrá que enseñar a través de ella. No me acostumbro a la telegrafía de twitter, me es más cómodo facebook y allí publico artículos. Pero en general cuando la gente se canse de la frivolidad, de la moda, lo llamativo e impactante, y a medida que las sociedades profundicen los ciclos de las crisis, también allí tendrá que haber una apuesta por la conciencia ciudadana.
JRR: O sea que según usted la frivolidad, la moda, lo superficial fomenta las crisis de los países
RAE: Un pueblo no formado es caldo de cultivo para las tentaciones extremistas. Fíjate Alemania en los años treinta, tenía la mayor población de literatos, científicos, una pujanza industrial y cayó enferma del discurso nazi. Los estallidos sociales en toda América Latina a veces no han tenido ni siquiera una motivación clara. En toda la historia, si no formas, si no cultivas valores, si no construyes ciudadanía, todo puede derrumbarse en minutos.
JRR: Ya para finalizar: ¿cuál es el propósito concreto de semejante esfuerzo? ¿Algún proyecto de ley o incluir el tema en la agenda política?
RAE: Simplemente crear conciencia entre los que deciden sobre la importancia de esto. Desde los padres en el hogar, los maestros en la escuela y por eso yo mantengo una constante interacción con los gremios educativos del Zulia, también hay que convencer a los actores políticos porque los valores también pueden salvar sus vidas y sus carreras. La crisis integral de Venezuela donde no funciona el Gobierno y tampoco la oposición, este desastre que nos abruma, donde todo ha colapsado, el barco ya en picada, obliga a mirar hacia adentro, hacia nosotros mismos, ya va siendo tiempo que nos sentemos como si fuera un aula a repensarnos como individuos, como sociedad y como país.
