Si algo es innegable en la sociedad actual es el Poder de la Comunicación. Hoy más que nunca las premisa de Aristóteles al definir la comunicación como: «todos los medios de persuasión que tenemos a nuestro alcance»; tiene vigencia.
La comunicación implica empoderamiento ya que las personas que dominan el arte del discurso dominan la audiencia.
La comunicación en la actualidad está signada por la inmediatez, que es esa velocidad vertiginosa en la que los mensajes viajan y se posicionan.
Productos y servicios en la actualidad tienen una dimensión intangible relacionada con la imagen y que es precisamente la comunicación. La comunicación es lo que le da visibilidad en el mercado a los productos y servicios que son más astutos y que gerencian su reputación e imagen.
Entonces en la Sociedad de la Información o del conocimiento la discursividad y lo semiótico adquiere un valor preponderante. Es imposible no comunicar, pero lo que no planifica su comunicación no existe.
En este universo post mediático las redes constituyen escenarios, vitrinas, donde se exponen cualquier tipo de oferta. Esta en la astucia del usuario el escoger realmente la oferta que más le convenga, más allá de los ardid publicitarios. A este respecto cada vez más las redes de usuarios y clientes se empoderan de las redes para dar su visión critica de productos y servicios.
